Check our tips to learn Spanish more effectively with this story
This story was designed to help you learn Spanish in context, strengthen comprehension, and absorb vocabulary and grammar naturally through reading, listening, and interactive exercises. It includes a quizz, flashcards, and a writing practice to reinforce your skills. Here's how to maximize your learning:
- Listen and read the story
Play the audio while reading to follow the story naturally. Focus on understanding the main ideas and how the language sounds. The goal is to develop your Spanish listening skills and overall comprehension. - Read again with the translation
Turn on the translation and compare how ideas are expressed in Spanish and English. This builds awareness of Spanish sentence structure and grammar in real use. - Explore the key vocabulary
Below the story, you’ll find important words bolded and listed. This Spanish vocabulary list highlights key words and expressions in context and helps you understand what matters most in the story. - Take the comprehension quiz
Now test your understanding with the quiz. It reinforces the main ideas and helps improve your Spanish reading comprehension with instant feedback. - Review key vocabulary with flashcards
Use the flashcards to practice the vocabulary you just learned. This boosts memory through active recall and strengthens Spanish vocabulary retention. - Try the writing practice
Respond to the writing question related to the story. Use the new words and grammar to create your own sentences. This strengthens grammar and encourages you to think in Spanish. - Practice speaking out loud
Try saying full sentences out loud — or even read the whole story aloud if you feel ready. You can also speak along with the audio, matching the narrator’s voice as closely as possible. This is a great way to improve pronunciation and fluency while building your Spanish speaking confidence. - Review as needed
Come back to the story anytime to review vocabulary, grammar, or anything you found challenging. You can retake the quiz, replay the audio, or go through the flashcards again. Regular review helps reinforce what you’ve learned and build stronger Spanish skills over time.
Key Spanish concepts you'll encounter in this story
Grammar: Past tense narrative, Imperfect vs. Preterite contrast, Indirect speech, Subjunctive in emotions, Time clauses with "cuando", Conditional tense for hypothetical situations,
Vocabulary: Legal terminology, Family relationships, Prison-related words, Time expressions, Emotional language
Skills: Expressing promises and commitments, Describing emotional situations, Narrating a sequence of events over time, Building suspense, Using dialogue to advance plot
Spanish version
José miró el reloj por quinta vez en diez minutos. Eran casi las seis y todavía tenía que revisar los documentos del caso Mendoza antes de irse.
Su jefe, Don Esteban, le había pedido que los dejara listos para la reunión del día siguiente.
No podía retrasarse más… Leo lo esperaba en casa de sus padres desde las cuatro.
Siete años después de perder a María, ser padre soltero seguía siendo complicado. Vivía con Leo y sus padres lo ayudaban cuando trabajaba tarde.
—¿Todavía aquí, José? —preguntó Cristina, la secretaria, asomándose a su despacho—. Tu hijo te estará esperando, ¿no?
—Ya me voy. Solo necesito imprimir estos documentos para Don Esteban.
Mientras recogía sus cosas, pensaba en la cena que había prometido a Leo. Un simple ritual de viernes, pero para su hijo de siete años, esas pequeñas promesas lo eran todo.
La mañana del lunes siguiente comenzó como cualquier otra. José preparó el desayuno, llevó a Leo al colegio y llegó a la oficina a las nueve menos cuarto.
Estaba revisando unos correos cuando escuchó ruido en la recepción.
—José Martínez Reyes —dijo un hombre de uniforme entrando en su despacho sin llamar—. Queda detenido por falsificación de documentos oficiales y fraude en el caso de la herencia Gómez-Linares.
—¿Qué? Tiene que haber algún error —dice José, levantándose de la silla—. Yo solo me encargué de la documentación básica, todo pasó por...
—Tenemos los registros informáticos. Su firma digital aparece en todos los documentos alterados.
Todo ocurrió muy rápido. Los agentes le pusieron las esposas mientras sus compañeros observaban sorprendidos.
Los días siguientes estuvieron llenos de preguntas, reuniones con su abogado y noches sin dormir.
Las pruebas parecían claras: los documentos habían sido modificados desde su ordenador, con su contraseña, a horas en las que él estaba en la oficina.
Don Esteban, respetado abogado con conexiones políticas, se mostró "profundamente decepcionado" con su asistente y negó cualquier conocimiento del fraude.
—Siete años —le comunicó su abogado tras la sentencia—. Lo siento, José. Sin pruebas directas contra Don Esteban, es tu palabra contra las evidencias.
Cuando los padres de José fueron con Leo a la primera visita en la prisión, no sabían cómo explicarle todo.
Hicieron lo posible por tranquilizarlo, pero era difícil. Leo tenía solo siete años y no entendía por qué su padre no podía volver a casa.
—Papá, ¿por qué no vuelves? He sido bueno —dijo Leo sin entender nada.
—No es por ti, cariño. Papá tiene... —José miró a sus padres buscando ayuda— un problema que tardaré en resolver. Pero nunca olvides que te quiero más que a nada.
Los meses pasaron lentamente. José compartía celda con Álvaro, un carterista de buen corazón, y Simón, un mecánico que había pasado más tiempo dentro que fuera.
En las visitas mensuales, notaba cómo Leo iba cambiando: a veces estaba callado, otras veces inquieto. La distancia entre ellos crecía con cada visita.
Una tarde de abril, durante la visita previa a su cumpleaños, Leo lo miró fijamente y preguntó:
—¿Vas a venir a mi cumpleaños?
—Leo, yo no puedo...
—Por favor, papá —insistió el niño—. Te he hecho un dibujo y todo.
José se sintió muy mal. Miró a ese niño que que crecía sin sus padres.
—Está bien... Te lo prometo —dijo finalmente.
De vuelta en su celda, las palabras lo preocupaban. Sabía que era imposible cumplir esa promesa, pero por primera vez desde su detención, sintió que algo cambiaba dentro de él.
Ya no importaba su inocencia ni la injusticia. Solo importaba esa promesa.
—José, no hay nada que hacer —le repetía su abogado en cada visita—. Sin pruebas nuevas, esto no se revierte.
Fue Simón quien le habló del plan una noche. Él y Álvaro llevaban semanas observando los horarios de seguridad. Conocían los puntos ciegos, los cambios de turno y los momentos de menos vigilancia.
—El jueves habrá mantenimiento en el sistema eléctrico —explicó Simón en voz baja—. Quince minutos con las cámaras desactivadas.
—Justo cuando llega el camión de la lavandería —añadió Álvaro—. Tenemos contactos que nos ayudarán a escondernos.
José negó con la cabeza.
—Yo no puedo. Si me atrapan, mi condena será aún más larga. Y Leo...
—Piénsalo —dijo Simón—. La decisión es tuya.
Pero esa noche, no podía dormir. Recordó la mirada de Leo, su voz pidiendo que fuera a su cumpleaños. Y tomó una decisión.
La noche del jueves había una tormenta de primavera. José, Álvaro y Simón aprovecharon la confusión del cambio de turno y el mantenimiento programado.
Con uniformes robados y la ayuda de un trabajador de la lavandería sobornado, lograron colarse en el camión. Cuando salieron del recinto, José se alejó de ellos.
Cuando llegó a casa de sus padres, vio a todos reunidos en el jardín. Se acercó con el corazón latiendo fuerte. Y ahí estaba Leo, en medio de su cumpleaños.
Cuando lo vio, el niño se quedó quieto por un momento. Luego, sin decir palabra, corrió hacia él con una sonrisa que José recordaría siempre.
José se arrodilló y abrazó a su hijo.
—No podía faltar. Te lo prometí.
—¿Te quedas conmigo? —preguntó Leo esperanzado.
—Un rato, sí. Luego... tendré que irme otra vez. Pero escúchame: tu padre es un hombre bueno, ¿vale?
Acababan de cortar la tarta cuando José vio los faros de un coche de policía acercándose. Besó a Leo en la frente.
—Te quiero más que a nada en el mundo.
Los oficiales lo encontraron de pie, esperándolos. No intentó huir.
—No me escondo. Solo quería ver a mi hijo —dijo mientras le ponían las esposas.
Antes de subir al coche, miró a Leo una última vez.
—Escúchame, hijo. Yo no hice nada malo. Voy a probar mi inocencia. Y te prometo algo más: nunca me voy a perder un cumpleaños tuyo.
En el coche policial, José cerró los ojos y susurró:
—Algún día lo demostraré. Él sabrá la verdad.
Y por primera vez en mucho tiempo, se sintió en paz. Había cumplido su promesa.
Spanish story with English translation
José miró el reloj por quinta vez en diez minutos. Eran casi las seis y todavía tenía que revisar los documentos del caso Mendoza antes de irse.
José looked at the clock for the fifth time in ten minutes. It was almost six and he still had to review the documents for the Mendoza case before leaving.
Su jefe, Don Esteban, le había pedido que los dejara listos para la reunión del día siguiente.
His boss, Don Esteban, had asked him to have them ready for tomorrow's meeting.
No podía retrasarse más… Leo lo esperaba en casa de sus padres desde las cuatro.
He couldn't be late any longer... Leo had been waiting for him at his parents' house since four o'clock.
Siete años después de perder a María, ser padre soltero seguía siendo complicado.
Seven years after losing María, being a single father was still complicated.
Vivía con Leo y sus padres lo ayudaban cuando trabajaba tarde.
He lived with Leo and his parents helped him when he worked late.
—¿Todavía aquí, José? —preguntó Cristina, la secretaria, asomándose a su despacho—. Tu hijo te estará esperando, ¿no?
"Still here, José?" asked Cristina, the secretary, peering into his office. "Your son must be waiting for you, right?"
—Ya me voy. Solo necesito imprimir estos documentos para Don Esteban.
"I'm leaving now. I just need to print these documents for Don Esteban."
Mientras recogía sus cosas, pensaba en la cena que había prometido a Leo.
While gathering his things, he thought about the dinner he had promised Leo.
Un simple ritual de viernes, pero para su hijo de siete años, esas pequeñas promesas lo eran todo.
A simple Friday ritual, but for his seven-year-old son, these small promises meant everything.
La mañana del lunes siguiente comenzó como cualquier otra.
Monday morning began like any other.
José preparó el desayuno, llevó a Leo al colegio y llegó a la oficina a las nueve menos cuarto.
José prepared breakfast, took Leo to school, and arrived at the office at quarter to nine.
Estaba revisando unos correos cuando escuchó ruido en la recepción.
He was checking some emails when he heard noise at the reception.
—José Martínez Reyes —dijo un hombre de uniforme entrando en su despacho sin llamar—. Queda detenido por falsificación de documentos oficiales y fraude en el caso de la herencia Gómez-Linares.
"José Martínez Reyes," said a man in uniform entering his office without knocking. "You are under arrest for forgery of official documents and fraud in the Gómez-Linares inheritance case."
—¿Qué? Tiene que haber algún error —dice José, levantándose de la silla—. Yo solo me encargué de la documentación básica, todo pasó por...
"What? There must be some mistake," says José, getting up from his chair. "I only handled the basic documentation, everything went through..."
—Tenemos los registros informáticos. Su firma digital aparece en todos los documentos alterados.
"We have the computer records. Your digital signature appears on all the altered documents."
Todo ocurrió muy rápido. Los agentes le pusieron las esposas mientras sus compañeros observaban sorprendidos.
Everything happened very quickly. The officers put handcuffs on him while his colleagues watched in surprise.
Los días siguientes estuvieron llenos de preguntas, reuniones con su abogado y noches sin dormir.
The following days were filled with questions, meetings with his lawyer, and sleepless nights.
Las pruebas parecían claras: los documentos habían sido modificados desde su ordenador, con su contraseña, a horas en las que él estaba en la oficina.
The evidence seemed clear: the documents had been modified from his computer, with his password, at times when he was in the office.
Don Esteban, respetado abogado con conexiones políticas, se mostró "profundamente decepcionado" con su asistente y negó cualquier conocimiento del fraude.
Don Esteban, a respected lawyer with political connections, appeared "deeply disappointed" with his assistant and denied any knowledge of the fraud.
—Siete años —le comunicó su abogado tras la sentencia—. Lo siento, José. Sin pruebas directas contra Don Esteban, es tu palabra contra las evidencias.
"Seven years," his lawyer informed him after the sentencing. "I'm sorry, José. Without direct evidence against Don Esteban, it's your word against the evidence."
Cuando los padres de José fueron con Leo a la primera visita en la prisión, no sabían cómo explicarle todo.
When José's parents went with Leo for the first prison visit, they didn't know how to explain everything to him.
Hicieron lo posible por tranquilizarlo, pero era difícil.
They did their best to calm him, but it was difficult.
Leo tenía solo siete años y no entendía por qué su padre no podía volver a casa.
Leo was only seven years old and didn't understand why his father couldn't come home.
—Papá, ¿por qué no vuelves? He sido bueno —dijo Leo sin entender nada.
"Dad, why aren't you coming back? I've been good," said Leo, not understanding anything.
—No es por ti, cariño. Papá tiene... —José miró a sus padres buscando ayuda— un problema que tardaré en resolver.
"It's not because of you, honey. Dad has..." —José looked at his parents seeking help— "a problem that will take me time to solve."
Pero nunca olvides que te quiero más que a nada.
"But never forget that I love you more than anything."
Los meses pasaron lentamente. José compartía celda con Álvaro, un carterista de buen corazón, y Simón, un mecánico que había pasado más tiempo dentro que fuera.
The months passed slowly. José shared a cell with Álvaro, a kind-hearted pickpocket, and Simón, a mechanic who had spent more time inside than outside.
En las visitas mensuales, notaba cómo Leo iba cambiando: a veces estaba callado, otras veces inquieto.
During the monthly visits, he noticed how Leo was changing: sometimes he was quiet, other times restless.
La distancia entre ellos crecía con cada visita.
The distance between them grew with each visit.
Una tarde de abril, durante la visita previa a su cumpleaños, Leo lo miró fijamente y preguntó:
One April afternoon, during the visit before his birthday, Leo looked at him intently and asked:
—¿Vas a venir a mi cumpleaños?
"Are you coming to my birthday?"
—Leo, yo no puedo...
"Leo, I can't..."
—Por favor, papá —insistió el niño—. Te he hecho un dibujo y todo.
"Please, dad," the child insisted. "I've made you a drawing and everything."
José se sintió muy mal. Miró a ese niño que crecía sin sus padres.
José felt terrible. He looked at that child who was growing up without his parents.
—Está bien... Te lo prometo —dijo finalmente.
"Okay... I promise," he finally said.
De vuelta en su celda, las palabras lo preocupaban. Sabía que era imposible cumplir esa promesa, pero por primera vez desde su detención, sintió que algo cambiaba dentro de él.
Back in his cell, the words worried him. He knew it was impossible to keep this promise, but for the first time since his arrest, he felt something changing inside him.
Ya no importaba su inocencia ni la injusticia. Solo importaba esa promesa.
His innocence or the injustice no longer mattered. Only that promise mattered.
—José, no hay nada que hacer —le repetía su abogado en cada visita—. Sin pruebas nuevas, esto no se revierte.
"José, there's nothing to be done," his lawyer repeated at every visit. "Without new evidence, this can't be reversed."
Fue Simón quien le habló del plan una noche. Él y Álvaro llevaban semanas observando los horarios de seguridad.
It was Simón who told him about the plan one night. He and Álvaro had been observing the security schedules for weeks.
Conocían los puntos ciegos, los cambios de turno y los momentos de menos vigilancia.
They knew the blind spots, the shift changes, and the moments of less surveillance.
—El jueves habrá mantenimiento en el sistema eléctrico —explicó Simón en voz baja—. Quince minutos con las cámaras desactivadas.
"Thursday there will be maintenance on the electrical system," Simón explained in a low voice. "Fifteen minutes with the cameras deactivated."
—Justo cuando llega el camión de la lavandería —añadió Álvaro—. Tenemos contactos que nos ayudarán a escondernos.
"Just when the laundry truck arrives," added Álvaro. "We have contacts who will help us hide."
José negó con la cabeza.
José shook his head.
—Yo no puedo. Si me atrapan, mi condena será aún más larga. Y Leo...
"I can't. If they catch me, my sentence will be even longer. And Leo..."
—Piénsalo —dijo Simón—. La decisión es tuya.
"Think about it," said Simón. "The decision is yours."
Pero esa noche, no podía dormir.
But that night, he couldn't sleep.
Recordó la mirada de Leo, su voz pidiendo que fuera a su cumpleaños. Y tomó una decisión.
He remembered Leo's look, his voice asking him to come to his birthday. And he made a decision.
La noche del jueves había una tormenta de primavera. José, Álvaro y Simón aprovecharon la confusión del cambio de turno y el mantenimiento programado.
Thursday night there was a spring storm. José, Álvaro, and Simón took advantage of the confusion during the shift change and scheduled maintenance.
Con uniformes robados y la ayuda de un trabajador de la lavandería sobornado, lograron colarse en el camión.
With stolen uniforms and the help of a bribed laundry worker, they managed to sneak into the truck.
Cuando salieron del recinto, José se alejó de ellos.
When they left the premises, José moved away from them.
Cuando llegó a casa de sus padres, vio a todos reunidos en el jardín. Se acercó con el corazón latiendo fuerte.
When he arrived at his parents' house, he saw everyone gathered in the garden. He approached with his heart pounding.
Y ahí estaba Leo, en medio de su cumpleaños.
And there was Leo, in the middle of his birthday celebration.
Cuando lo vio, el niño se quedó quieto por un momento.
When he saw him, the boy stood still for a moment.
Luego, sin decir palabra, corrió hacia él con una sonrisa que José recordaría siempre.
Then, without saying a word, he ran toward him with a smile that José would always remember.
José se arrodilló y abrazó a su hijo.
José knelt down and hugged his son.
—No podía faltar. Te lo prometí.
"I couldn't miss it. I promised you."
—¿Te quedas conmigo? —preguntó Leo esperanzado.
"Are you staying with me?" Leo asked hopefully.
—Un rato, sí. Luego... tendré que irme otra vez. Pero escúchame: tu padre es un hombre bueno, ¿vale?
"For a while, yes. Then... I'll have to leave again. But listen: your father is a good man, okay?"
Acababan de cortar la tarta cuando José vio los faros de un coche de policía acercándose.
They had just cut the cake when José saw the headlights of a police car approaching.
Besó a Leo en la frente.
He kissed Leo on the forehead.
—Te quiero más que a nada en el mundo.
"I love you more than anything in the world."
Los oficiales lo encontraron de pie, esperándolos. No intentó huir.
The officers found him standing, waiting for them. He didn't try to run away.
—No me escondo. Solo quería ver a mi hijo —dijo mientras le ponían las esposas.
"I'm not hiding. I just wanted to see my son," he said as they put the handcuffs on him.
Antes de subir al coche, miró a Leo una última vez.
Before getting into the car, he looked at Leo one last time.
—Escúchame, hijo. Yo no hice nada malo.
"Listen to me, son. I didn't do anything wrong."
Voy a probar mi inocencia. Y te prometo algo más: nunca me voy a perder un cumpleaños tuyo.
"I'm going to prove my innocence. And I promise you something else: I will never miss another birthday of yours."
En el coche policial, José cerró los ojos y susurró:
In the police car, José closed his eyes and whispered:
—Algún día lo demostraré. Él sabrá la verdad.
"Someday I'll prove it. He will know the truth."
Y por primera vez en mucho tiempo, se sintió en paz.
And for the first time in a long time, he felt at peace.
Había cumplido su promesa.
He had kept his promise.
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