Check our tips to learn Spanish more effectively with this story
This story was designed to help you learn Spanish in context, strengthen comprehension, and absorb vocabulary and grammar naturally through reading, listening, and interactive exercises. It includes a quizz, flashcards, and a writing practice to reinforce your skills. Here's how to maximize your learning:
- Listen and read the story
Play the audio while reading to follow the story naturally. Focus on understanding the main ideas and how the language sounds. The goal is to develop your Spanish listening skills and overall comprehension. - Read again with the translation
Turn on the translation and compare how ideas are expressed in Spanish and English. This builds awareness of Spanish sentence structure and grammar in real use. - Explore the key vocabulary
Below the story, you’ll find important words bolded and listed. This Spanish vocabulary list highlights key words and expressions in context and helps you understand what matters most in the story. - Take the comprehension quiz
Now test your understanding with the quiz. It reinforces the main ideas and helps improve your Spanish reading comprehension with instant feedback. - Review key vocabulary with flashcards
Use the flashcards to practice the vocabulary you just learned. This boosts memory through active recall and strengthens Spanish vocabulary retention. - Try the writing practice
Respond to the writing question related to the story. Use the new words and grammar to create your own sentences. This strengthens grammar and encourages you to think in Spanish. - Practice speaking out loud
Try saying full sentences out loud — or even read the whole story aloud if you feel ready. You can also speak along with the audio, matching the narrator’s voice as closely as possible. This is a great way to improve pronunciation and fluency while building your Spanish speaking confidence. - Review as needed
Come back to the story anytime to review vocabulary, grammar, or anything you found challenging. You can retake the quiz, replay the audio, or go through the flashcards again. Regular review helps reinforce what you’ve learned and build stronger Spanish skills over time.
Key Spanish concepts you'll encounter in this story
Grammar: Imperfect vs. preterite contrast in storytelling, expressions of duration and future intention, reported speech in dialogue, conditional structures
Vocabulary: Expressions of longing and farewell, descriptive language for emotions and setting, idiomatic phrases related to time and distance
Skills: Understanding unspoken emotions in dialogue, recognizing symbolic elements in everyday actions, interpreting character decisions, following relationship development over time
Spanish version
Era un martes de julio cuando Ana vio a Tomás por primera vez.
El sol brillaba sobre las mesas blancas de la terraza mientras ella limpiaba y pensaba en su libro favorito.
Una señora mayor y su sobrino entraron en la cafetería.
— Buenos días, bienvenidos. ¿Mesa para dos? —preguntó Ana con una sonrisa.
— Sí, por favor. Una con sombra, si es posible —respondió la señora.
Ana los llevó a una mesa junto a la ventana.
— ¿Qué les gustaría tomar? —preguntó Ana, sacando su libreta.
— Un café con leche y una sonrisa, por favor —dijo él. Ana vio el libro usado en su mano: "Cien años de soledad".
— ¿García Márquez? —preguntó con interés—. Es mi libro favorito.
— ¿De verdad? El mío también —respondió él, sorprendido—. Por cierto, me llamo Tomás.
— Yo soy Ana. ¿Están de vacaciones?
— Sí, vengo de Buenos Aires para visitar a mi tía durante el verano —explicó Tomás.
— Me llamo Carmen —dijo la tía con una sonrisa—. Vivo aquí desde hace años, pero Tomás nunca había venido a visitarme.
— ¿Todo el verano? —preguntó Ana, tratando de no mostrar mucho interés.
— Dos meses —respondió Tomás—. Tiempo suficiente para leer muchos libros... y tomar mucho café.
Durante las semanas siguientes, Tomás venía cada tarde y se sentaba en la mesa que miraba al mar. Ana empezó a tomar sus descansos cuando él estaba allí.
— ¿Por qué estudias medicina? —preguntó Ana un día.
— Mi padre es médico en Buenos Aires —explicó él—. Es una tradición familiar.
— ¿Solo por tradición? —insistió Ana.
Tomás miró el mar un momento antes de responder.
— La verdad es que mi hermano mayor debía ser médico, no yo. Él era muy inteligente, sacaba buenas notas... Pero tuvo un accidente hace tres años.
— Lo siento mucho —dijo Ana, tocando suavemente su mano.
— Desde entonces, siento que debo seguir su sueño —continuó Tomás—. Pero también porque quiero ayudar a otras personas.
Ana lo miró con nuevos ojos, descubriendo algo especial en él que no había visto antes.
— ¿Y tú? —preguntó él—. Siempre estás leyendo cuando no hay clientes.
— Me encanta la literatura, quiero estudiarla en la universidad —confesó Ana—. Pero mi padre dice que el negocio ****familiar es más importante que los libros. Dice que con la literatura no se gana dinero.
Una tarde de agosto, cuando terminaba el día, Ana acabó su trabajo temprano.
— Hoy no vamos a leer —dijo Ana con una sonrisa—. Quiero mostrarte algo.
Caminaron por la playa, alejándose de la gente. Llegaron hasta unas rocas que formaban una pequeña cala escondida. El agua era clara y no había nadie más allí.
— Este es mi lugar especial —explicó Ana—. Nadie viene aquí porque es difícil de encontrar.
Mientras el sol bajaba en el horizonte, Tomás señaló al cielo donde aparecía la primera estrella.
— Esa estrella se ve igual desde Buenos Aires —dijo en voz baja.
— Entonces la miraré cuando te vayas —respondió Ana.
Se miraron a los ojos, y por un momento no necesitaron palabras. Tomás se acercó lentamente y Ana cerró los ojos. Su primer beso sabía a sal y a promesas difíciles de cumplir.
El último día de agosto, Tomás entró a la cafetería. Ana lo vio desde la barra y sintió algo extraño en el estómago.
— Un café con leche y una sonrisa —pidió como siempre, pero su voz sonaba diferente.
Ana preparó el café muy despacio.
— Aquí tienes —dijo, sentándose frente a él.
— Mañana me voy —dijo Tomás, mirando su taza.
— Lo sé —respondió Ana, tratando de sonreír.
— Pero esto no es un adiós —prometió Tomás, sacando un papel de su bolsillo—. Esta es mi dirección en Buenos Aires. Dame la tuya y te escribiré cada semana.
Ana tomó el papel con cuidado, como si fuera algo muy valioso.
— Esta es la mía. Prométeme que escribirás.
— Lo prometo —Tomás guardó la dirección en su cartera—. Y cuando termine mis estudios de medicina...
— Es mucho tiempo —interrumpió Ana.
— El tiempo pasa rápido —dijo él, aunque ninguno lo creía realmente.
Se quedaron callados un buen rato. Solo se oía el mar y los pájaros al final del día. Sus cafés ya estaban fríos, pero no querían terminarlos.
Los dos sabían, sin decirlo, que cuando las tazas estuvieran vacías, sería la hora de decir adiós.
Spanish story with English translation
Era un martes de julio cuando Ana vio a Tomás por primera vez.
It was a Tuesday in July when Ana saw Tomás for the first time.
El sol brillaba sobre las mesas blancas de la terraza mientras ella limpiaba y pensaba en su libro favorito.
The sun shone on the white terrace tables while she cleaned and thought about her favorite book.
Una señora mayor y su sobrino entraron en la cafetería.
An older lady and her nephew entered the café.
—Buenos días, bienvenidos. ¿Mesa para dos? —preguntó Ana con una sonrisa.
"Good morning, welcome. A table for two?" Ana asked with a smile.
—Sí, por favor. Una con sombra, si es posible —respondió la señora.
"Yes, please. One in the shade, if possible," the lady replied.
Ana los llevó a una mesa junto a la ventana.
Ana led them to a table by the window.
—¿Qué les gustaría tomar? —preguntó Ana, sacando su libreta.
"What would you like to drink?" Ana asked, taking out her notepad.
—Un café con leche y una sonrisa, por favor —dijo él. Ana vio el libro usado en su mano: "Cien años de soledad".
"A coffee with milk and a smile, please," he said. Ana saw the worn book in his hand: One Hundred Years of Solitude.
—¿García Márquez? —preguntó con interés—. Es mi libro favorito.
"García Márquez?" she asked with interest. "It's my favorite book."
—¿De verdad? El mío también —respondió él, sorprendido—. Por cierto, me llamo Tomás.
"Really? Mine too," he replied, surprised. "By the way, my name is Tomás."
—Yo soy Ana. ¿Están de vacaciones?
"I'm Ana. Are you on vacation?"
—Sí, vengo de Buenos Aires para visitar a mi tía durante el verano —explicó Tomás.
"Yes, I'm from Buenos Aires visiting my aunt for the summer," Tomás explained.
—Me llamo Carmen —dijo la tía con una sonrisa—. Vivo aquí desde hace años, pero Tomás nunca había venido a visitarme.
"My name is Carmen," said the aunt with a smile. "I've lived here for years, but Tomás had never visited me before."
—¿Todo el verano? —preguntó Ana, tratando de no mostrar mucho interés.
"The whole summer?" Ana asked, trying not to show too much interest.
—Dos meses —respondió Tomás—. Tiempo suficiente para leer muchos libros... y tomar mucho café.
"Two months," Tomás replied. "Enough time to read many books... and drink a lot of coffee."
Durante las semanas siguientes, Tomás venía cada tarde y se sentaba en la mesa que miraba al mar. Ana empezó a tomar sus descansos cuando él estaba allí.
Over the following weeks, Tomás came every afternoon and sat at the table facing the sea. Ana started taking her breaks when he was there.
—¿Por qué estudias medicina? —preguntó Ana un día.
"Why are you studying medicine?" Ana asked one day.
—Mi padre es médico en Buenos Aires —explicó él—. Es una tradición familiar.
"My father is a doctor in Buenos Aires," he explained. "It's a family tradition."
—¿Solo por tradición? —insistió Ana.
"Only because of tradition?" Ana insisted.
Tomás miró el mar un momento antes de responder.
Tomás looked at the sea for a moment before responding.
—La verdad es que mi hermano mayor debía ser médico, no yo. Él era muy inteligente, sacaba buenas notas... Pero tuvo un accidente hace tres años.
"The truth is, my older brother was supposed to be the doctor, not me. He was very intelligent, got good grades... But he had an accident three years ago."
—Lo siento mucho —dijo Ana, tocando suavemente su mano.
"I'm very sorry," Ana said, gently touching his hand."
—Desde entonces, siento que debo seguir su sueño —continuó Tomás—. Pero también porque quiero ayudar a otras personas.
"Since then, I feel like I have to follow his dream," Tomás continued. "But also because I want to help other people."
Ana lo miró con nuevos ojos, descubriendo algo especial en él que no había visto antes.
Ana looked at him with new eyes, discovering something special in him that she hadn't seen before.
—¿Y tú? —preguntó él—. Siempre estás leyendo cuando no hay clientes.
"And you?" he asked. "You're always reading when there are no customers."
—Me encanta la literatura, quiero estudiarla en la universidad —confesó Ana—. Pero mi padre dice que el negocio familiar es más importante que los libros. Dice que con la literatura no se gana dinero.
"I love literature, I want to study it at university," Ana confessed. "But my father says that the family business is more important than books. He says you can't make money with literature."
Una tarde de agosto, cuando terminaba el día, Ana acabó su trabajo temprano.
One afternoon in August, as the day was ending, Ana finished her work early.
—Hoy no vamos a leer —dijo Ana con una sonrisa—. Quiero mostrarte algo.
"Today we're not going to read," Ana said with a smile. "I want to show you something."
Caminaron por la playa, alejándose de la gente. Llegaron hasta unas rocas que formaban una pequeña cala escondida.
They walked along the beach, moving away from the people. They reached some rocks that formed a small hidden cove.
El agua era clara y no había nadie más allí.
The water was clear, and there was no one else there.
—Este es mi lugar especial —explicó Ana—. Nadie viene aquí porque es difícil de encontrar.
"This is my special place," Ana explained. "No one comes here because it's hard to find."
Mientras el sol bajaba en el horizonte, Tomás señaló al cielo donde aparecía la primera estrella.
As the sun set on the horizon, Tomás pointed to the sky where the first star appeared.
—Esa estrella se ve igual desde Buenos Aires —dijo en voz baja.
"That star looks the same from Buenos Aires," he said softly.
—Entonces la miraré cuando te vayas —respondió Ana.
"Then I'll look at it when you leave," Ana replied.
Se miraron a los ojos, y por un momento no necesitaron palabras.
They looked into each other's eyes, and for a moment, they didn’t need words.
Tomás se acercó lentamente y Ana cerró los ojos. Su primer beso sabía a sal y a promesas difíciles de cumplir.
Tomás leaned in slowly, and Ana closed her eyes. Their first kiss tasted like salt and promises difficult to keep.
El último día de agosto, Tomás entró a la cafetería. Ana lo vio desde la barra y sintió algo extraño en el estómago.
On the last day of August, Tomás entered the café. Ana saw him from behind the counter and felt something strange in her stomach.
—Un café con leche y una sonrisa —pidió como siempre, pero su voz sonaba diferente.
"A coffee with milk and a smile," he ordered as always, but his voice sounded different.
Ana preparó el café muy despacio.
Ana prepared the coffee very slowly.
—Aquí tienes —dijo, sentándose frente a él.
"Here you go," she said, sitting down in front of him.
—Mañana me voy —dijo Tomás, mirando su taza.
"Tomorrow I'm leaving," Tomás said, looking at his cup."
—Lo sé —respondió Ana, tratando de sonreír.
"I know," Ana replied, trying to smile."
—Pero esto no es un adiós —prometió Tomás, sacando un papel de su bolsillo—. Esta es mi dirección en Buenos Aires. Dame la tuya y te escribiré cada semana.
"But this isn't goodbye," Tomás promised, taking a piece of paper from his pocket. "This is my address in Buenos Aires. Give me yours, and I’ll write to you every week."
Ana tomó el papel con cuidado, como si fuera algo muy valioso.
Ana took the paper carefully, as if it were something very valuable.
—Esta es la mía. Prométeme que escribirás.
"This is mine. Promise me you’ll write."
—Lo prometo —Tomás guardó la dirección en su cartera—. Y cuando termine mis estudios de medicina...
"I promise," Tomás put the address in his wallet. "And when I finish my medical studies..."
—Es mucho tiempo —interrumpió Ana.
"That’s a long time," Ana interrupted.
—El tiempo pasa rápido —dijo él, aunque ninguno lo creía realmente.
"Time goes by fast," he said, though neither of them really believed it.
Se quedaron callados un buen rato. Solo se oía el mar y los pájaros al final del día.
They remained silent for a long while. Only the sound of the sea and the birds at the end of the day could be heard.
Sus cafés ya estaban fríos, pero no querían terminarlos.
Their coffees were already cold, but they didn’t want to finish them.
Los dos sabían, sin decirlo, que cuando las tazas estuvieran vacías, sería la hora de decir adiós.
They both knew, without saying it, that when the cups were empty, it would be time to say goodbye.
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